Saturday 12 December 2009

Hitler y el Cielo



Leyendo las criticas al libro “Conversaciones con Dios”, me topé con la opinión de una persona que considera a este libro muy peligroso, entre otras cosas porque el autor, Neal Walsch, opina que Hitler va a ir para le cielo. Una de las razones para esta aseveración es la teoría de Walsch de que , antes de nacer, las almas humanas se ponen de acuerdo y deciden que una será la “sombra” o la “mala” para que la otra puede experimentar cosas como el perdón, la misericordia, el valor, etc. Cierta o no, esta es una de las pocas teorías que explican como un Dios amoroso y poderoso puede permitir que ocurran atrocidades en la tierra. Walsch profundiza en esta idea mas adelante y le da otros matices, pero la idea básica es la del acuerdo entre almas.

Independientemente de las ideas de Walsch, la imagen de Hitler en el Cielo me dejó curiosa. Y después de meditar sobre ello, he llegado a la conclusión que el autor tiene razón, porque si Hitler no está (tarde o temprano) en el Cielo, entonces muchos están en el Infierno, desde soldados a Papas. Al final del día, como dicen por aquí, Hitler no fue más que un hombre, un individuo y si llegó a donde llegó e hizo lo que hizo, fue porque algunos primero y muchos después, lo apoyaron, lo siguieron y lo obedecieron. Lo mismo se puede decir de Stalin, Mao, Atila o Mr.Ch. Todos los alemanes adultos de los año cuarentas que no desafiaron a Hitler tienen responsabilidad en las atrocidades cometidas; al igual que las naciones que se unieron a Alemania y las que lucharon contra ella (después de todo, con la red de espionaje existente, es difícil de creer que Estados Unidos y los demás aliados no supieran lo de los campos de concentración); al igual que, hasta cierto punto, los mismos judíos adultos, que por razones aun incomprensibl, no se rebelaron y lucharon por sus vidas.

Pero el encaje se puede desenredar aun más. Si Dios es un juez justo, como imaginaríamos a un juez humano justo, es decir, alguien que toma en cuenta las circunstancia, los antecedentes, el ambiente y las creencias que ayudan a crear a un criminal, entonces habría que anotar a más personas a la lista: el padre (aparentemente judío) que abandonó al pequeño Adolfo; las naciones victoriosas de la Primera Guerra Mundial, que obligaron a Alemania firmar un tratado de paz humillante, sembrando descontento en el pueblo alemán; las Iglesias, tanto Católica como Protestantes, que ayudaron a crear sociedades de abierto antisemitismo; los reyes Fernando e Isabel de España, con su persecución de los judíos y la creación de la Inquisición Española; los romanos que destruyeron Jerusalén y dejaron a los judíos sin hogar; San Juan y San Pablo, quienes presentaron de manera negativa a los judíos en su Evangelio y Epístolas, respectivamente; y los mismos judíos, quienes al masacrar a los cananitas y demás pueblos, fundaron su nación sobre la sangre y el dolor de otros.

Parafraseando a la maestra espiritual Isha, el Universo es un espejo que nos devuelve todo lo que reflejamos en él. Hitler no fue más que un espejo en que milenios de mal entendidos, miedos, envidias y resentimientos encontraron espacio para devolverse en la metódica matanza de 6.000.000 de judíos, además de gitanos, minusválidos y rebeldes. En un calabozo de un campo de concentración, alguien escribió “¿Dónde está Dios?” Mas abajo, otra persona replicó: “¿Dónde está el hombre?”. Este espejo es evidente a nivel más nacional, en la persona de Mr.Ch..

Es común escuchar a venezolanos de la oposición decir que Mr.Ch trajo la división de la nación; que despertó odios de clase y raza y que destruyó a muchas familias y amistades. Yo digo lo mismo que dije sobre Hitler: Mr. Ch. no es más que UN hombre. Si todo lo anterior ocurrió fue porque siempre estuvo ahí, esperando a ser rebotado desde el espejo universal y hasta que no entendamos que Venezuela SI venia arrastrando problemas de raza y clases y heridas no sanadas y odios no apagados, jamás encontraremos una paz verdadera y duradera en nuestro país. Decir que Mr.Ch acabó con la democracia es olvidar que la mayoría, de los venezolanos hizo cacerolazos a favor de su libertad después de su intento de golpe de estado. Si la democracia hubiera estado realmente presente en el alma del venezolano, hubiéramos, en ese entonces, visto al golpe como lo que fue: una agresión asesina contra el derecho a elegir nuestros representantes y gobernadores. Pero lo cierto es que mucha gente encontró justificaciones para dicho acto; críticos de hoy alabaron el valor de aquellos que, unilateralmente, pretendieron destruir el mecanismo democrático.

Al igual que Hitler, Mr.Ch no salió de la nada y en eso debemos estar muy, pero muy claros: que algunos de los líderes de la oposición de hoy, son los mismos políticos que crearon el caldo de cultivo de donde surgió Mr.Ch.; los mismos que, en su momento, acusamos de corruptos, de vende patria, de ineficientes. El que alguien se declare contrario al gobierno, no significa que sea digno de guiar al país. Igualmente, hoy hay muchos que se desgarran la ropa al ver la corrupción reinante, rehusándose a ver que el problema de la corrupción es algo cultural: que muchos de la oposición no ven contradicción en marchar contra el gobierno y luego hacer tratos con o recibir dividas de lo que dicen oponerse. Acusar a Mr.Ch. de romper familias es igualmente falaz. Una familia realmente unidad podría sobrevivir diferencias políticas, religiosas y filosóficas, así que si algo se rompió es porque dicha unión era débil o una simple ilusión. Decir que el racismo no existía es ignorar los graciosos pero delatores chistes sobre doctores y chicheros, o dichos como el de “mejorar la raza”. Afirmar que no había clasismo es no escucharnos a hablar cuando comentamos sobre nuestras ayudantas domesticas; no ver nuestras actitudes cuando se nos acerca la mujer pobre con el bebé en brazos; o pretender no acalorarnos cuando nuestras “Ligias Elenas” nos llegan a la casa con sus “Musiquitos”.

Hasta que no nos sinceremos y nos veamos en el espejo oscuro, todos los esfuerzos por una Venezuela de progreso y paz no son más que dedos arando el mar. Aunque mañana desapareciera Mr.Ch, mas temprano que tarde alguien tomaría su lugar y volveríamos a comenzar todo de nuevo. A mi ver, lo primero que hay que hacer es dejar de culpar al hombre por todo, porque, entre otras cosas, eso dará una dimensión correcta del tamaño del adversario. No es solo a Mr.Ch a quien hay que vencer; si no a todos, oposición y gobierno, que ayudaron a crear las condiciones para su surgimiento y con ello no solo me refiero a personas, si no también a valores y prejuicios.

Vernos a todos como responsables, en mayor o menor grado, también ayudará a que se de una verdadera reconciliación. Y esto es de suma importancia. Cualquiera que esté planeando gobernar en una Venezuela post-Mr.Ch, sin un plan de reconciliación nacional, está enrumbando al país a otro desastre. Y todos tenemos que formar parte de dicha reconciliación, desde lo profundo de nuestro ser, y abandonar nuestra condición de victima u otorgársela a los que creyeron en Mr.Ch. Solo me queda cerrar esta reflexión diciéndole a aquellos que dicen "Que lo perdone Dios, porque yo no puedo” o “Ni que yo fuera Jesús, para ir perdonando a todo el mundo”, le está dando una bofetada a aquel que muchos consideramos maestro y una gran numero su Dios –ese Dios que en algún momento llevará a Hitler –y si, a Mr.Ch- al Cielo, porque así de grande es su amor.

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