Sunday 4 October 2009

Si Así Es El Primer Mundo…



Leer el periódico es, por lo general, una mala idea. A menos que uno esté buscando trabajo o la agenda cinematográfica, normalmente terminará deprimido, preocupado, amargado, indignado o con ganas de agarrar la maleta y huir al continente mas cercano. Empero, los domingos tienden a ser algo diferentes y uno se acerca a la noticia impresa con un cierto espíritu intelectualoide, culto y/o juguetón. Los domingos son días para leer ensayos trascendentales, planear futuros viajes a Marruecos, enterarse de las nuevas tendencias de la moda, descubrir el nuevo templo culinario de la ciudad y enterarse que algún príncipe olvidado pisó nuestra condado cien años atrás. Y fue con esa intención que hoy me senté a leer el periódico dominical, mientras me tomaba el cafecito de la tarde.

Craso error.

Si he de creer a la prensa escrita, Inglaterra vive la peor crisis moral de su historia (y estamos hablado de unos 2000 años de historia escrita) y está bajo el poder del gobierno más inepto que se haya conocido. En la primera página, una anciana de 71 años mira directamente a la cámara mientras el titular me informa que ha sido arrestada por atacar a un “yob”. Un yob es lo que en Venezuela llamaríamos “malandro” y en otras partes de Latino América “guapetón de barrio”. ¿El gran crimen de la mujer? Tocar el pecho del tipo con su dedo mientras éste la agredía verbalmente. EL yob se quejó y la abuelita fue a parar de patitas a la comisaría.

En la página dos me enteré que la agencia protectora de niños, tratando de cumplir la política de no “permitir que los niños vean a otros sufriendo, ya que esto los estresa y se puede considerar abuso” ha comenzado a separar a la fuerza y dar en adopción obligada a los hijos de las mujeres maltratadas por sus parejas. Por lo visto separar a un niño del amor de su madre no causa mayor trauma y supongo que en el futuro las mujeres tendrán que decidir si denunciar a sus maltratadores y arriesgarse a que le quiten a sus niños, o quedarse calladas y hacer como antaño: sufrir en silencio y esperar algún milagro.

La pagina tres es peor que las anteriores y mientras la leo estoy comenzando a pensar a que parte del mundo me voy a mudar. Al parecer, existe otra política gubernamental que contempla que un bebé nacido antes de las 22 semanas es un aborto espontaneo y no se debe malgastar recursos tratando de salvarlo, porque, técnicamente, esta muerto –aunque se mueva, llore y agarre la mano de su madre. Esto le sucedió a una pobre mujer, quien “abortó” a un bebé un día antes de que cumpliera las 22 semanas. Por dos horas sostuvo a su hijo, el cual lloraba y respiraba con dificultad. Por dos horas el bebé le agarró sus dedos, se acurrucó contra su pecho. Y por dos horas la madre desesperada pidió ayuda a los médicos y enfermeras del lugar –inútilmente. Nadie le tendió la mano y su hijo murió en sus brazos. Cuando abrió una página en facebook descubrió que no era la única y que muchos padres han pasado por la tragedia de ver, literalmente, cómo sus hijos son arrojados al cubo de la basura mientras aun respiran.

Los profesionales de la medicina en Inglaterra parecen haber olvidado que su trabajo es salvar vidas. Hace unos días decidieron no ayudar a una mujer que intentó cometer suicidio y quien les entregó una carta pidiéndoles que no la salvaran. Esta joven estaba sufriendo una fuerte depresión clínica y se especula que llamó a la ambulancia para que los médicos le aliviaran el dolor causado por el anti congelante que ingirió y fallecer así de manera pacífica en el hospital. Los médicos la dejaron morir sin darle siquiera una aspirina, por temor a violar sus derechos humanos. En otro incidente, la familia de una anciana que llegó confundida y medio comatosa a un hospital, tuvo que lidiar con una enfermera que les insistía en que firmaran una autorización de no resucitarla, para así sacarla de su “sufrimiento”. Pero una vez que la diagnosticaron con un problema de tiroidismo y la trataron, la señora despertó con todas sus facultades intactas y lista para seguir disfrutando la vida junto a sus nietos.

Creo que esta de más decir que después de esto no me atreví a leer la pagina cuatro del periódico. Quizás fue tan solo una mala semana. Pero creo que es hora de que Inglaterra comience a mirar los valores que está promulgando en su sociedad y entre en un debate sincero sobre lo que significa la preeminencia humana, la familia, la compasión, el sentido común, y el lugar que ellos tienen en la visión política el estado. De nada vale ser un país rico y progresista si sus ciudadanos son tratados como mercadería de segunda y se usan a los derechos humanos como cortina para cubrir y justificar muerte, dolor e indignidad.